miércoles, 30 de junio de 2010


Finca Cortesín, un lugar donde perderse

Hacia tiempo que había olvidado el blog: con tantos cambios en la web, tanto facebook, cambio de temporada y armario, tanto personal shopper..., el tiempo ha pasado volando...pero aquí os traigo un breve relato que os recomiendo:

Hemos vuelto a la la Finca Cortesín (que ganas teníamos!!), después de un 11 meses de añoranza, y nos ha enamorado de nuevo! Se trata de un lugar encantador, tranquilo, secreto y recóndito entre el mar y las montañas de Casares, cerca de la jet y la gente guapa de Marbella y de Sotogrande. Una gran finca, campo de golf sede del Volvo Masters, lujosa urbanización (aún a medias), y el Hotel Cortesín...

Pocas habitaciones, todas ellas con hermosas vistas (algunas a las montañas, otras al mar, otras a las piscinas) espaciosas y decoradas con un gusto exquisito; trato amable y profesional; ambiente cool pero sin atragantar; jardines, patios, Camas balinesas y piscinas (por cierto, una de 35 y otra de 50 metros- ésta ONLY FOR ADULTS) para olvidarse de que el mundo existe...

Cinco restaurantes: el Schilo, cocina fusión árabe-asiática; el Italiano afincado y de moda en Madrid, DonGiovani (solo abierto los meses de verano); el Jardín, de cocina mediterránea y los dos más informales, el Bar Pool y el Casa Club, situados en las piscina y el campo de golf respectivamente, con una carta más ligera a base de ensaladas, pasta y sanwiches deluxe...

Y para las tardes y las copas de noche, no podemos olvidar el Bar Azul, y sus cockteles grand class!

Su mágico SPA es la guinda del pastel: no podemos describir su aroma y la sensación de sus tratamientos.

No hace falta salir de este paraiso, apartado del mundanal universo cotidiano, para poder gozar de una estanancia 10. Pero si deseamos volver a tener contacto con el exterior, el chófer (o un coche de alquiler) nos conducirán hacia las zonas de más bullicio próximas: Puerto Banús y sus tiendas, barcos gigantes y coches increibles, o la Marina de Sotogrande, donde te puedes encontrar a la hija de Aznar y su amadísimo Agag.

La vuelta a casa nos llena de pena, pero es necesario no perder de vista el norte...para quizás, volver!!